Vuelta al trabajo: orden, nutrición y calidad en tu dieta
El cuerpo te pide poner orden después de los excesos y los viajes, algunas personas vuelven con kilos de más o de menos, otras han sufrido estreñimiento o descomposición. Es hora de ponerle remedio. ¿Cómo? Desde Nutrición en Casa te recomendamos que sigas estos 3 consejos:
- Planifica tus menús semanales: aprovecha que la despensa, la nevera y el congelador están vacíos para empezar con buen pie. Escribir menús semanales antes de ir a comprar es un muy buen ejercicio para empezar y no caer en improvisaciones poco saludables. Piensa platos que gusten a toda la familia que se adapten al ritmo de vida que lleváis. Lo primero es tener claro los elementos que tiene que tener una comida principal para ser equilibrada: vegetales + hidratos de carbono complejos + proteínas. En Nutrición en Casa diseñamos una dieta adaptada a tus necesidades.
También debes tener en cuenta la frecuencia de consumo de cada tipo de alimento:
- Verdura o ensalada: todos los días, procura que en cada día consumas alimentos de este grupo crudos para asegurar el aporte de vitamina C que necesitas.
- Carne roja: 1 o 2 veces a la semana.
- Carne blanca: entre 2 y 4 veces a la semana.
- Pescado blanco: entre 2 y 4 veces a la semana.
- Marisco: 1 o 2 veces a la semana.
- Pescado azul: entre 1 y 2 veces a la semana.
- Huevo: entre 2 y 4 veces a la semana.
- Legumbres: entre 1 y 3 veces por semana.
- Pan: diariamente.
- Patata: entre 4 y 6 veces a la semana.
- Arroz: entre 1 y 2 veces a la semana.
- Pasta: entre 2 y 3 veces a la semana.
Es importante que, para organizar esta información, pidas consejo a un profesional, y en caso de que fuera necesario que te realice u seguimiento.
2. Organización de la compra: con el menú planificado es mucho más fácil hacer la compra. Escribe una lista con los ingredientes y cantidades que necesitas para realizar los platos de toda la semana. Intenta ponértelo fácil para que cocinar día a día no te quite más tiempo del que desees, por ejemplo, deja en la nevera la carne y el pescado limpios que vayas a consumir en un máximo de 2 días y congela el resto en raciones individuales. Compra productos ya preparados como cremas de verduras, legumbres cocidas, tomate triturado, bolsas de ensalada limpia, etc. Recuerda que para descongelar un producto lo más aconsejado es sacarlo el día antes del congelador y dejarlo descongelar en la nevera en un recipiente con rejilla y tapa.
3. Cocciones y platos: intentar variar los alimentos que eliges y los tipos de cocciones que realizas. Por ejemplo, en vez de hacer un hervido o una menestra puedes atreverte a saltear las verduras al wok con un poco de salsa de soja o de hacer unas espinacas con pasas y piñones y añadir un poco de crema de leche. Prueba el pescado al papillote, al horno, al vapor o en su jugo, añádele vino blanco y tomillo para darle nuevos sabores. ¿Se pueden hacer rebozados o fritos? (en dieta hipocalórica se restringen). Sí, pero intenta no comerlos más de 1 vez a la semana. Si preparas un puré es una buena idea hacer raciones de más para tener para otro día.
En conclusión, tener una dieta sana y variada no es complicado, pero requiere planificación, por ello, es importante acudir a un profesional con el objetivo de volver a la rutina alimentaria y deportiva. En Nutrición en Casa ofrecemos todo tipo de dietas en función de las necesidades del paciente.
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