¿QUÉ ES EL AZÚCAR?
El azúcar es un carbohidrato (CH) y su función es proporcionar energía a las células de nuestro cuerpo para que puedan funcionar. Concretamente nos proporciona 4kcal por cada gramo que consumimos.
Aparte de los CH también puede proporcionar energía a nuestro cuerpo las proteínas (4 kcal/gramo) y las grasas (9kcal/gramo). No obstante, el cuerpo prefiere siempre sacar la energía de los CH porqué son más fáciles de absorber (romper las cadenas de aminoácidos de las proteínas o ir a buscar las moléculas de grasa que ha acumulado por si algún día vienen tiempos de escasez da bastante pereza a nuestro organismo por lo que solo lo hace cuando es absolutamente necesario).
Por tanto la palabra azúcar es sinónimo de Carbohidrato. A veces tendemos a creer que Carbohidratos y azúcar son dos categorías diferentes de alimentos pero NO es así ya que química y nutricionalmente son idénticos.
Hay varios tipos de carbohidratos.
1) Los formados por una sola molécula (también llamados simples o monosacáridos) como:
Glucosa: Es la forma de azúcar que flota en nuestro torrente sanguíneo (lo que miden los diabéticos) y proporciona energía a las células.
Fructosa: Es la forma del azúcar que predomina en las frutas. Cuando la consumimos va directamente al hígado donde se transforma en Glucosa antes de pasar a la sangre.
Galactosa: La forma del azúcar que se encuentra en los productos lacteos. Antes de pasar al torrente sanguíneo también se convierte en glucosa.
2) Los formados por más de una molécula:
Disacáridos (dos moléculas) son la sacarosa, lactosa, maltosa,…
Oligosacáridos (3 a 9 moléculas) como la estaquiosa,..
Polisacáridos (más de 10 moléculas): Almidón, celulosa (fibra), maltodextrina.
Pero al final lo importante es saber que:
Todos los carbohidratos se acabarán convirtiendo en glucosa (a excepción de la fibra que no se puede absorber por nuestro cuerpo).
Cuantas más moléculas tiene el CH más lenta será su absorción y menos picos de insulina provocará. Nos interesa mucho controlar esta velocidad de absorción para evitar al máximo esos picos de insulina que a la larga son perjudiciales para nuestra salud. Es en este sentido que la Organización Mundial de la Salud aconseja (para una persona que necesite 2000kcal/día) no consumir más de 25g diarios de azúcares de rápida absorción (monosacáridos y disacáridos) lo que equivale a aproximadamente un 5% de la cantidad diaria de calorías consumidas.
A nivel industrial y en las etiquetas de los alimentos se usa la palabra “azúcar” como sinónimo de monosacárido y/o disacárido.
O dicho de otra manera:
Si consumes caramelos = Glucosa
Si consumes un plátano = Fructosa que se convierte en Glucosa.
Si consumes leche = Galactosa que se convierte en Glucosa.
Si consumes pan/patata/pasta = Mezcla de diferentes CH que son o se convertirán en Glucosa.
Esto significa que desde un punto de vista energético a nuestro cuerpo NO le importa de dónde saquemos los carbohidratos ya que para él todos son químicamente iguales y se metabolizan de la misma manera. Existen muchos alimentos que contienen grandes cantidades de azúcar (la mayor parte de veces añadido de manera innecesaria).
En las etiquetas de los alimentos podemos encontrar muchos sinónimos de la palabra “azúcar” que debemos saber identificar como, por ejemplo: glucosa, sacarosa, fructosa, jarabe de maíz, miel de caña, dextrosa, maltosa, concentrados de zumos de frutas, jugo de caña, azúcar moreno, azúcar invertida, …
Una manera fácil de determinar si un alimento tiene gran cantidad de azúcar es comprobando si tiene más de 15g de azúcar por cada 100g de producto. Si la respuesta es SI nos encontramos ante un producto altamente azucarado.
Cuidado con los alimentos con 0% de materia grasa porque tienen mucho azúcar añadido para potenciar su sabor. Esto hace que estos productos 0% sean menos calóricos que los normales, pero más perjudiciales porque provocan grandes picos de insulina que a la larga acabarán derivando en enfermedades como la diabetes, obesidad, etc…
La mayor parte de las personas saben que algunos productos como las chucherías, bollería industrial, galletas y refrescos llevan mucho azúcar, pero no son conscientes de que hay muchos otros alimentos que también contienen este ingrediente en grandes cantidades. Muchas veces es el consumo de este azúcar añadido el que provoca que al final del día nuestra ingesta de calorías sea superior a la que necesitamos.
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